SOLDADURA DE RECARGUE POR LÁSER

Para la soldadura con aporte, el polvo de metal se focaliza en un punto mediante una tobera anular y con ayuda de un gas protector. En esa posición se encuentra también el punto de focalización del haz láser, mediante el cual se produce el baño de fusión. En este se deposita el polvo de metal fundido y después se solidifica. Un comportamiento preciso y determinado de la aportación de energía y la velocidad de desplazamiento del haz láser, así como la cantidad de polvo aportado, determinan la anchura y la altura del aporte de material resultante.

El gas protector impide, por un lado, igual que en la soldadura con atmósfera protectora tradicional, los procedimientos de oxidación y, por el otro, actúa como gas portador y de transporte de las partículas de polvo. Las partículas de polvo tienen un tamaño de entre 100 y 150 µm, con lo cual son suficientemente grandes para no pasar por los filtros de 40 µm de la máquina. Así se garantiza que las partículas de polvo sobrantes no afecten al funcionamiento de la máquina con el paso del tiempo. Las tasas de aporte, según los parámetros de procesamiento, son de una dureza de capa de 1,0 mm y superiores.

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